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Redacción: Quadro24
Fuente: La Jornada
Fotografía: AFP
Un devastador ataque con misiles rusos sobre múltiples ciudades ucranianas, incluyendo la capital Kiev, ha dejado un saldo preliminar de 40 civiles muertos y 170 heridos. El ejército ruso lanzó 38 misiles de diversos tipos contra objetivos en Kiev, Dnipro, Kryvyi Rig, Sloviansk, Pokrovsk y Kramatorsk, en lo que el Ministerio de Defensa ruso describió como una respuesta a los intentos de Kiev de dañar objetivos energéticos y económicos rusos.
Entre los objetivos alcanzados se encuentra la principal clínica pediátrica de Kiev, donde al menos dos adultos murieron y 18 personas resultaron heridas, incluyendo siete menores. Este ataque en particular ha generado una fuerte controversia, con ambas partes acusándose mutuamente de ser responsables. Expertos que analizaron las imágenes disponibles no han podido determinar con certeza el origen del misil que impactó en la clínica.
La defensa antiaérea ucraniana afirma haber interceptado 30 de los 38 misiles lanzados, que incluían una variedad de proyectiles como el misil hipersónico Kinzhal, misiles balísticos Iskander-M, y misiles de crucero X-101 y Kalibr, entre otros. El jefe de la fuerza aérea ucraniana, Oleksanr Oleshchuk, destacó la diversidad y sofisticación del arsenal empleado en este ataque.
El incidente ocurre en vísperas de la cumbre anual de la OTAN en Washington, donde se espera que se decida sobre el futuro apoyo en armamento a Ucrania. Esta sincronización ha llevado al Kremlin a sugerir que el ataque a la clínica pediátrica podría ser una «provocación» del régimen de Kiev para influir en las decisiones de la cumbre.
La comunidad internacional ha reaccionado con condenas generalizadas. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó los bombardeos, mientras que el presidente estadounidense Joe Biden prometió nuevas medidas para reforzar las defensas aéreas de Ucrania. Francia, Reino Unido, Canadá y México también se han sumado a las condenas, con este último exigiendo a las partes en conflicto el apego estricto al derecho internacional humanitario.
Este ataque subraya la escalada continua del conflicto y la urgente necesidad de una solución diplomática. Mientras tanto, la población civil de Ucrania sigue soportando el peso más terrible de esta guerra prolongada, con infraestructuras críticas como hospitales convirtiéndose en objetivos, en clara violación de las leyes internacionales de guerra.