La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) de México ha revelado el impacto significativo que la reciente falla global en los sistemas de Microsoft ha tenido en los aeropuertos del país. Según el informe oficial, se registraron un total de 582 demoras y 75 cancelaciones de vuelos en los aeropuertos concesionados, sumando más de 650 vuelos afectados.
El Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) fue el más afectado, reportando 274 demoras y 23 cancelaciones. A pesar de la magnitud del problema, GAP logró regularizar la documentación electrónica de los pasajeros en todos sus aeropuertos alrededor de las 11:00 horas. Es importante destacar que, según el grupo, no hubo afectación en los servicios de información y administrativos, manteniendo operativos los sistemas de información, operaciones y mantenimiento.
Por su parte, el Grupo Aeroportuario Centro Norte (OMA) reportó 64 demoras y 19 cancelaciones, mientras que el Grupo Aeroportuario del Sureste (ASUR) registró 244 demoras y 33 cancelaciones. Estos números reflejan la magnitud del impacto que la falla tecnológica tuvo en la operación aérea nacional.
En contraste, las terminales administradas por Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) operaron con normalidad, lo que sugiere que los sistemas utilizados por esta entidad no se vieron afectados por la falla de Microsoft.
La SICT aseguró que se mantienen los respectivos protocolos de seguridad en apoyo a todas las aerolíneas comerciales cuyos vuelos nacionales e internacionales se vieron afectados. Esta situación pone de manifiesto la vulnerabilidad de la infraestructura de transporte ante fallas tecnológicas globales y subraya la importancia de contar con sistemas de respaldo y protocolos de contingencia efectivos.
El incidente ha generado preocupación entre viajeros y la industria aérea, planteando interrogantes sobre la dependencia de los sistemas aeroportuarios en tecnologías específicas y la necesidad de diversificar las soluciones tecnológicas para minimizar el impacto de futuras fallas similares.
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Redacción: Quadro24
Fuente: El Economista
Fotografía: Hugo Salazar / EE