La ciudad fronteriza de Tapachula, convertida en epicentro de la crisis migratoria y de seguridad en México, será el punto de partida de una nueva caravana migrante que iniciará su recorrido el próximo 5 de noviembre, fecha que coincide con las elecciones presidenciales en Estados Unidos. La movilización, que espera reunir aproximadamente a 5,000 personas, surge como respuesta a las precarias condiciones de seguridad que enfrentan los migrantes en la región sur del país.
La decisión de emprender esta travesía se produce en un contexto especialmente crítico para Tapachula, que actualmente ostenta el dudoso honor de ser el municipio con mayor percepción de inseguridad en México. Según la más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, el 91.9% de sus habitantes considera que la ciudad es insegura, una situación exacerbada por las disputas del crimen organizado por el control del tráfico de personas y estupefacientes provenientes de Sudamérica.
Las experiencias personales de los migrantes reflejan la gravedad de la situación. Casos como el de Jairo Alexís Trillo, ciudadano peruano que fue asaltado con un machete durante su estancia en la ciudad, ejemplifican los peligros cotidianos que enfrentan. Como medida de supervivencia, muchos migrantes, incluido Trillo, han optado por pernoctar en la plaza de los «Mariachis», donde organizan guardias nocturnas para protegerse mutuamente.
La caravana, que partirá del parque Bicentenario en Tapachula, planea seguir la ruta costera hacia la Ciudad de México. Entre los participantes se encuentran familias completas, incluyendo niños y mujeres embarazadas, como lo señala Dídimo Caso, migrante colombiano, quien destaca el trato favorable que han recibido durante su travesía. El activista Luis Rey García Villagrán, en declaraciones a la prensa, subraya que la falta de oportunidades laborales y condiciones mínimas de seguridad han dejado a los migrantes sin más alternativa que continuar su camino hacia el norte.
Este éxodo masivo se desarrollará en medio de un momento político crucial para Estados Unidos, donde las políticas migratorias representan uno de los temas más controversiales en la contienda electoral entre Kamala Harris y Donald Trump. La coincidencia temporal añade una dimensión adicional de complejidad a un fenómeno que ya de por sí representa uno de los mayores desafíos humanitarios en la región.
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Redacción: Quadro24
Fuente: Cortesía de EFE para Quadro24.mx
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