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Redacción: Quadro24
Fuente: UNAM
Fotografía: UNAM
Investigadores del Instituto de Ingeniería (II) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han logrado un avance significativo en la protección de edificaciones contra terremotos. El equipo, liderado por el Dr. Héctor Guerrero Bobadilla, ha desarrollado disipadores de energía sísmica capaces de absorber hasta el 70% de la energía generada por un sismo, reduciendo considerablemente el daño a las estructuras.
Esta innovadora tecnología se distingue por su adaptabilidad a las condiciones sísmicas específicas de México, particularmente a los movimientos característicos de los suelos blandos de la Ciudad de México. Los dispositivos pueden instalarse tanto en construcciones nuevas como en edificaciones existentes, ofreciendo una solución versátil y económica para mejorar la resistencia sísmica.
Entre las ventajas destacadas de estos disipadores se encuentra su costo-efectividad, permitiendo ahorros de entre 10% y 15% en comparación con sistemas estructurales convencionales. Esto se logra mediante un uso más eficiente de los materiales, dividiendo la estructura en una parte dedicada a soportar el peso del edificio y otra diseñada específicamente para absorber las acciones sísmicas.
El Dr. Guerrero Bobadilla explicó que han desarrollado varios tipos de disipadores, incluyendo el contraventeo restringido al pandeo, que reduce los desplazamientos relativos en estructuras causados por movimientos laterales. Este dispositivo, ya patentado y comercializado por la spin-off Dampo Systems, se ha instalado en al menos 20 inmuebles y cuenta con certificación ISO-9000.
Además, el equipo ha creado disipadores basados en fluidos viscosos, similares a los amortiguadores de automóviles, y están trabajando en dispositivos para conexiones prefabricadas entre trabes y columnas, especialmente diseñados para estructuras de concreto, material ampliamente utilizado en México.
La tecnología desarrollada por la UNAM no solo mejora la seguridad de las edificaciones sino que también ofrece ventajas económicas a largo plazo. Los disipadores son capaces de soportar múltiples terremotos de gran magnitud sin necesidad de ser reemplazados, a diferencia de elementos estructurales convencionales que pueden requerir costosas reparaciones o reemplazos tras un sismo significativo.
El Dr. Guerrero Bobadilla enfatizó la importancia de considerar estos sistemas en nuevas construcciones y en la adaptación de estructuras existentes, destacando que la inversión inicial en esta tecnología puede resultar en ahorros significativos y, lo más importante, en una mayor seguridad para los ocupantes de los edificios.
Esta innovación representa un importante paso adelante en la ingeniería sísmica, ofreciendo soluciones adaptadas a las necesidades específicas de México y con potencial de aplicación global. La UNAM continúa así a la vanguardia en el desarrollo de tecnologías que mejoran la resiliencia de las infraestructuras frente a desastres naturales.
