Créditos de la Nota |
Redacción: Quadro24
Fuente: OCDE, Laboratoria, Movimiento STEM+
Fotografía: Shutterstock
México se ha posicionado como el tercer país con menor brecha de género en programación, según un informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), solo superado por Grecia y Brasil. Este logro significativo refleja un avance importante en la inclusión de mujeres en el campo tecnológico, aunque plantea interrogantes sobre la situación en otras áreas STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas).
Samantha Penilla, directora de operaciones de Laboratoria, señala que en los últimos cinco años se ha experimentado un aumento considerable en la demanda de talento en el área tecnológica, con las mujeres liderando los esfuerzos para cubrir la necesidad de perfiles especializados. Por su parte, Graciela Rojas, presidenta y fundadora de Movimiento STEM+, destaca un cambio significativo desde 2017, impulsado por líderes mundiales como Angela Merkel y Michelle Obama, quienes han puesto la agenda de género en primer plano.
Las expertas atribuyen el avance de México en el cierre de la brecha de género en programación a factores clave como las oportunidades en el mercado laboral relacionadas con STEM, el cuestionamiento de los roles sociales de las mujeres en áreas tecnológicas, y el boom tecnológico junto con el acceso a internet. Sin embargo, a pesar de este progreso, persisten barreras significativas en los procesos de selección y en la percepción de las capacidades de las mujeres en el sector tecnológico.
Aunque las postulaciones de mujeres a trabajos en tecnología alcanzaron el 40% durante 2020-2021, liderado por Latinoamérica según el estudio Women in Tech de BeriesDev, Penilla señala que en México, en el campo STEM, hay solo tres mujeres por cada diez perfiles. Rojas advierte que la brecha sigue siendo considerable en otras áreas STEM, con una representación femenina de solo el 30% en ciencias relacionadas con el cuidado y apenas un 3% en áreas tecnológicas e ingenierías específicas.
Las expertas coinciden en que, si bien hay más mujeres en tecnología, menos del 25% ocupa cargos técnicos y de liderazgo. En inteligencia artificial, por ejemplo, solo el 22% de los profesionales son mujeres y únicamente el 14% escribe artículos sobre el tema, evidenciando una brecha no solo en representación sino también en roles y producción de conocimiento.
Para seguir avanzando, las especialistas proponen estrategias como cuestionar los sesgos no solo de género sino también de edad y maternidad, cambiar narrativas para concientizar que las áreas STEM también son para mujeres, proporcionar orientación vocacional con perspectiva de género, y asignar presupuestos con enfoque de género midiendo resultados desagregados.
Aunque existen políticas públicas para la paridad de género, las expertas enfatizan la necesidad de pasar a la acción, abriendo espacios y recursos para que más mujeres exploren la tecnología desde temprana edad. Cuestionarse cuántas mujeres ocupan cargos importantes en áreas STEM podría contribuir significativamente a abordar la escasez de talento no solo en México sino a nivel global.
Este avance en la programación representa un paso importante hacia la igualdad de género en el sector tecnológico mexicano, pero también subraya la necesidad de continuar trabajando en otras áreas STEM para lograr una verdadera paridad en todos los campos científicos y tecnológicos.