Un escándalo político y personal ha estallado en Argentina tras la filtración de fotos y mensajes que supuestamente muestran evidencia de violencia doméstica por parte del expresidente Alberto Fernández contra su esposa, Fabiola Yáñez. Esta revelación ha conmocionado al país y desatado una crisis en la oposición política.
El portal de noticias Infobae publicó imágenes que muestran a Yáñez con moretones en su rostro y brazos, así como conversaciones comprometedoras que involucran a Fernández. La ex primera dama, de 43 años, presentó una denuncia formal contra el exmandatario por violencia física y psicológica ante el juez Julián Ercolini, quien ha ordenado reforzar su custodia y prohibir la salida del país de Fernández.
El caso se ha complicado aún más con la difusión de un video que muestra a Fernández en una situación comprometedora con la actriz Tamara Pettinato en la residencia presidencial durante la pandemia de COVID-19, lo que ha generado acusaciones adicionales de infidelidad y violación de las medidas de confinamiento.
La reacción política ha sido inmediata y contundente. El presidente actual, Javier Milei, ha aprovechado la situación para criticar lo que él llama la «hipocresía progresista» del gobierno anterior. Incluso dentro del propio partido de Fernández, figuras prominentes como la ex vicepresidenta Cristina Kirchner han expresado su repudio, calificando las imágenes de «sórdidas y oscuras».
Este escándalo no solo ha dañado la imagen personal de Fernández, sino que también ha puesto en tela de juicio las políticas de género implementadas durante su mandato. El gobierno actual está utilizando esta situación para cuestionar la eficacia y sinceridad de dichas políticas.
La crisis ha generado un debate más amplio sobre la violencia de género y la hipocresía política en Argentina, y podría tener repercusiones duraderas en el panorama político del país.
Créditos de la Nota |
Redacción: Quadro24
Fuente: AFP, Infobae
Fotografía: AFP